lunes, 20 de junio de 2011

Los pescadores artesanales del Fin del Mundo en reunion.

FELICIDADES A  LOS PADRES DE LA COOPERATIVA, QUE LUCHAN POR UN TRABAJO DIGNO.

GRACIAS PAPA POR DARME LA VIDA Y SEÑALARME EL HORIZONTE CON OPTIMISMO Y CONFIANZA!

miércoles, 15 de junio de 2011

02 DE JULIO


Presentación: En la celebración del Día del Cooperativismo del año 2005 en Sunchales, se produjo un muy amplio acuerdo acerca del papel y los desafíos de la economía solidaria, como instrumento para consolidar un modelo social productivo, un proyecto de país inclusivo democrático y solidario, entre todos los representantes del Movimiento Cooperativo y Mutual masivamente representados en el acto central.- Fue allí donde, tomando como referencia palabras del Presidente de Sancor C.U.L., el Presidente de COOPERAR, Juan Carlos Fissore, planteó que el Movimiento Solidario y el Estado Nacional estaban llegando a su madurez  político institucional, con un planteo que consagraba el “Consenso” como fórmula para conseguir objetivos comunes al movimiento cooperativo y mutual, y también al pueblo argentino en su conjunto.-
A su turno el Presidente del INAES, tomó estas reflexiones como un desafío a todas las partes presentes, y propuso que al celebrar el mismo día al año siguiente, se presentara a todo el movimiento cooperativo y mutual, la contracara a lo que había significado el “Consenso de Washington” y se planteara en términos positivos una propuesta integradora para incorporar a la Economía Solidaria en la realidad social, política y económica de nuestra patria.- Propuesta que fue aprobada por aclamación.-

En consecuencia todas las partes firmaron el día 14 de Julio de 2006, en Sunchales esta declaración de principios y objetivos, este “acuerdo para la acción”, que posteriormente fue ratificado en el Primer Encuentro de las Cooperativas de Trabajo en Chapadmalal, y en la celebración del Día del Mutualismo en Rosario.-


Consenso de Sunchales

La Economía Social, entendida como el conjunto de actividades económicas generadas por formas productivas solidarias y democráticas, ha sufrido con especial énfasis, los embates del modelo neoliberal, porque por su esencia son antagónicos con el modelo que se pretendía imponer. El modelo cooperativo en Argentina se desarrolló y consolidó conjuntamente con la conformación de nuestra nacionalidad plural, abierta y democrática, siendo su mayor expresión esta ciudad de Sunchales.

El “modelo” impuesto desde 1976 y hasta la última crisis en 2001, fue la expresión del Consenso de Washington, que instauró la apertura indefensa de la economía a la competencia internacional, siguiendo los lineamientos que se impusieron en todos los países dependientes. Se implantó un cóctel que mezclaba una receta variable de apertura bancaria, rebajas arancelarias, tipo de cambio falso, altos intereses y eliminación de los resortes básicos de un país industrial, al mismo tiempo que se imponía la desaparición del papel del Estado y de las diversas formas de organización productiva de la sociedad. Esta acción se estructuró sobre un andamiaje legal que privó a los argentinos de toda protección y defensa.

Se perdió la memoria colectiva y los valores de nuestros mayores, junto a los recursos solidarios acumulados por generaciones. Se vació la cultura social argentina, se degradaron todos los valores solidarios en aras del “éxito” individual. Durante todos estos años la economía solidaria fue un enemigo a batir, un blanco móvil al que había que quitarle toda capacidad de reacción.
La implosión de diciembre de 2001, fue la consecuencia inexorable de la depredación de la Patria, y cuando ya parecía que nada quedaba por expoliar, por corromper, los capitales huyeron, y la Argentina se quedó con su deuda y con sus desocupados, con la descomposición social y la exclusión. Justamente allí, en el momento de las monedas provinciales, en el momento de la huida de los capitales, entre el fragor de las cacerolas, renació la solidaridad entre argentinos. Mientras las grandes firmas presentaban sus convocatorias previo cierre, las cooperativas y mutuales seguían atendiendo a su público. Las multinacionales cerraban sucursales en todos los pueblos y ciudades del interior y las entidades solidarias abrían nuevas. Mientras los supermercados levantaban sus góndolas, el pueblo ponía en marcha mil y un caminos de trueque.

Hoy, pocos años después, La Argentina es un “milagro” inesperado para los que huyeron después del desastre. El Estado ocupó su lugar y se puso al frente de la recuperación económica y social. Los argentinos decidieron recorrer su camino, abandonado las recetas del Consenso de Washington y volviendo a la cultura del trabajo, del esfuerzo cooperativo, de la solidaridad, del arraigo en los campos, los pueblos y las ciudades de la patria: la cultura de nuestros abuelos, que hoy queremos denominar “Consenso de Sunchales”.

Las cooperativas y mutuales han sido, desde hace más de un siglo, la forma en que los argentinos se han organizado para acumular capital al servicio de los intereses comunes. Es por eso que la consolidación del movimiento mutual y cooperativo constituye una condición para el éxito de un nuevo modelo social de inclusión. La economía solidaria siempre fue parte de esta sociedad y quiere convertirse en la herramienta para conseguir esos objetivos.  Por eso hoy los firmantes de este Consenso de Sunchales nos sentimos parte de este pueblo argentino y sentimos el deber de ser protagonistas. Consideramos imprescindible desactivar las ideas preconcebidas, ignorancias interesadas, trabas burocráticas y en especial la maquinaria normativa elaborada por el neoliberalismo y que hoy dificulta la consolidación y expansión de este modelo solidario. En esta tarea comprometemos el esfuerzo.

Con el Sistema Federal de Economía Solidaria, se pretende formular una línea estratégica de acción para la Economía Social dentro del Proyecto Nacional.- Nos proponemos trabajar para definir el espacio económico, productivo y social que tiene la economía asociada y democrática. La sociedad se organiza y estructura, entre otras razones, para resolver eficazmente la producción de bienes materiales e inmateriales necesarios para el desarrollo de la misma. La idea principal de este consenso es la formulación del Sistema Federal de Economía Social, como una columna más de la producción y organización de la sociedad.
El Estado y la economía pública cumplen el papel ordenador y propulsor del desarrollo económico y social colectivo. La economía privada es la expresión primaria de la actividad social de producción de bienes y servicios. La economía solidaria es economía fundada en la cooperación, la ayuda mutua y la promoción social distributiva.

Por lo tanto, pretendemos dar estado formal, político, institucional, jurídico y legislativo a una realidad de la economía argentina, que abarca a más de 12 millones de asociados y a más del 10% del PBI y que hoy se encuentra encerrada entre el espacio de la economía social pública y la economía privada, sin disponer de su propio estatuto institucional, político y normativo.

Queremos iniciar la elaboración de propuestas concretas de “sistemas”, entendidos como un conjunto de políticas de Estado, acuerdos sectoriales y normas legislativas, que promueven, regulan coordinan un área de actividad concreta de la Economía Social.

Nos proponemos trabajar conjuntamente el Estado con todos sus organismos competentes y las organizaciones representativas del sector, para elaborar desde la realidad concreta y la pluralidad, las propuestas básicas que consoliden y pongan al servicio de toda la sociedad las herramientas que hoy están ya disponibles en la Argentina: financiación productiva, servicios de salud y educación, servicios públicos, seguros solidarios, comunicaciones, industria y tecnología, producción, comercialización y seguros agropecuarios, vivienda y obra pública, turismo social, etc.

En cada una de estas actividades hay un lugar para la economía solidaria y es necesario definir para ello reglas propias, claras y precisas. En consecuencia acordamos:

I - Disponer la conformación de comisiones temáticas especializadas por actividad con la finalidad de difundir la invitación a participar a la sociedad, recopilar, discutir y elaborar las propuestas conjuntas entre las organizaciones del movimiento cooperativo y mutual y el Estado Nacional, representado por le INAES, para la constitución de un cuerpo de pensamiento estratégico de la Economía Social al servicio del Proyecto Nacional.

II – Elaborar las propuestas normativas a todos los niveles necesarios para la consolidación y desarrollo del Sistema Federal de Economía Social. Las propuestas deberán abarcar sistemas específicos de control estatal, promoción preactiva y reconocimiento del sector como promotor del progreso social, el desarrollo con justicia social, la participación democrática y el desarrollo local sustentable y distributivo que caracteriza a la economía social.

III – Proponer la normativa necesaria para la consolidación de los siguientes sectores, atendiendo a su específico carácter solidario, democrático y participativo: financiación productiva, servicios de salud y educación cooperativa y mutual, servicios públicos, seguros solidarios, comunicaciones, industria y tecnología, producción, comercialización y seguros, vivienda y obra pública, y turismo social.

IV – Invitar a participar de estas actividades a todas las organizaciones cooperativas y mutuales argentinas y a todas las instancias de gobierno ejecutivo y legislativo, nacional, provincial y municipal.

V – Establecer como plazo para la elaboración y formulación de las propuestas, el Congreso Federal de la Economía Social, convocado por el INAES para los días 23, 24 y 25 de noviembre de 2006.-


   Sunchales, 14 de julio de 2006.